Un mes de Salvador

A un mes del nacimiento de mi hijo he encontrado un espacio en el día, mientras mi mamá lo acurruca, para actualizar el blog.

Ser madre es toda una sorpresa. Vaya novedad dirán todas, pero es que realmente el sentimiento de la maternidad, el instinto de conservación, la necesidad imperiosa de mirar cada gesto de este nuevo ser, la maravillosa sensación de que esa persona salió de mi vientre, pues no puede sino llenarme de orgullo.

Salvador es un encanto, una maravilla de niño que no llora mucho, sonrie con las canciones que le canta el padre y disfruta con mis arrumacos, que obseva on increible atencion el cuadro de Frida Khalo que está sobre mi cama y que analiza los pasos de su primo hermano como si lo estuviera re- conociendo.

En los ultimos dias hemos sabido que tiene una hernia enginal que será operada el 17 de junio. Hasta esa fecha estaremos en la incertidumbre de no saber como se siente realmente. Con la hernia el ánimo del pequeño varía rapidamente, pasa dl llanto a la calma en un santiamén, eso hace que mi calma tambien varíe. Una muestra más de los aprendizajes que lleva este proceso.